En el año 1964, Brasil estuvo en medio del huracán de la Guerra Fría. Por aquel entonces el presidente Joao Goulart propuso una serie de medidas para contener el grave problema de la desigualdad social y de las políticas de izquierda que todavía lo presionaban. Se formó un movimiento de la derecha política que preconizaba una modernización conservadora y que, junto con el Congreso, juzgó las medidas del presidente como comunistas, por lo que éste sufrió un golpe militar el 31 de marzo. El poder se quedó en las manos de los militares.
Culturalmente, el país hervía. Hasta 1967 intelectuales y movimientos de la izquierda sufrían poca interferencia de la censura, de modo qué actuaban libremente. Pero a partir del año 1968 hubo una radicalización de los antagonismos. En el campo de la música hubo confrontamientos entre los artistas nacionalistas de la izquierda y los vanguardistas del Tropicalismo, que se manifestaban contra el autoritarismo y la desigualdad social. Crearon una propuesta de internacionalización de la cultura y una nueva forma de expresión, distinta del discurso político. Para los tropicalistas, entender la cultura de las mayorías parecía tan importante como entender las revolucionarias.
El Tropicalismo fue, por lo tanto, un movimiento de ruptura que modificó el ambiente de la música popular y de la cultura brasileña entre 1967 y 1968. La música brasileña pos-Bossa Nova y la definición de la “calidad musical” en el país estaban dominadas por el tradicionalismo y nacionalismo involucrados con los movimientos de la izquierda política. En contra de esta situación, los baianos tropicalistas (Caetano Veloso, Gilberto Gil, Gal Costa, Tom Zé, la banda Los Mutantes, entre otros) y sus colaboradores, intentaban universalizar el lenguaje de la Música Popular Brasileña (MPB), al añadir elementos de la cultura joven mundial, como el rock, la psicodelia y la guitarra eléctrica. Al mismo tiempo lograron sincronizar la electricidad junto a la vanguardia erudita a través de innovadores arreglos musicales de maestros tales como Rogério Duprat, Júlio Medaglia y Damiano Cozzela. Al mezclar lo popular, el pop y el experimentalismo estético, las ideas tropicalistas dieron impulso a la modernización no solamente en la música sino hasta en la cultura nacional, haciendo historia.
Mientras seguía la mejor de las tradiciones dejadas por los grandes compositores de la Bossa Nova y a su vez incorporaba nuevas informaciones y referencias de su tiempo, el Tropicalismo renovó radicalmente la letra de las canciones. Letristas y poetas, Torquato Neto y Capinan compusieron junto con Gilberto Gil y Caetano Veloso trabajos cuya complejidad y calidad hicieron marco en diferentes generaciones.
Los diálogos con obras literarias como las de Oswald de Andrade o de los poetas concretistas elevaron algunas de las composiciones tropicalistas al estatus de poesía. Sus canciones componían un retrato crítico y complejo del país: una conjunción entre el Brasil arcaico, con sus tradiciones, y el Brasil moderno, con su cultura de las mayorías, y hasta un Brasil futurista, con astronautas y platillos voladores. Ellas sofisticaron el repertorio de la música popular brasileña, instaurando en los discos comerciales procedimientos y cuestiones hasta ese entonces asociados solamente al campo de las vanguardias conceptuales.
Sincrético e innovador, abierto e incorporado, el Tropicalismo mezcló rock, bossa nova, samba, rumba, bolero y baião. Su actuación rompió las rígidas barreras que permanecían en el país: pop por folclore, alta cultura por cultura de las mayorías, tradición por vanguardia. Esa ruptura estratégica hizo más profundó el contacto con las formas populares al mismo tiempo que asumió actitudes experimentales para la época.
La televisión fue fundamental para la actuación del grupo, en especial por los festivales de música populares de la época. La eclosión del movimiento sucedió junto con las ruidosas presentaciones en arreglos eléctricos de la marcha “Alegria, alegría” del compositor Caetano Veloso y de la cantiga de capoeira “Domingo no parque” del compositor Gilberto Gil en el III Festival de MPB de la emisora TV Record, en 1967.
Irreverente, la Tropicália modificó los criterios de gusto vigentes, no solamente acerca de la música y la política sino hasta del comportamiento, la moral, el cuerpo, el sexo, el vestuario. La contracultura hippie fue asimilada, con la adecuación a la moda del cabello largo y rizado y las ropas escandalosamente coloridas.
El movimiento, libertario por excelencia, duró poco más de un año y terminó reprimido por el gobierno militar. Su fin comenzó con el encarcelamiento de Gil y Caetano, en diciembre del año 1968. La cultura del país, sin embargo, ya estaba marcada para siempre por el descubrimiento de la modernidad.
De esta manera el tropicalismo tuvo la intención de revelar las contradicciones propias de la realidad brasileña al enseñar lo moderno y lo arcaico, lo nacional y lo extranjero, lo urbano y lo rural, el progreso y el atraso. E suma, el movimiento, de hecho, no produjo la suma de estos elementos, sin embargo, intentó traducir la complejidad fragmentaria de nuestra cultura.
martes, 7 de julio de 2009
domingo, 5 de julio de 2009
La pesca con línea
Es un misterio, pero desde siempre me ha gustado mucho la pesca con línea.
Me acuerdo muy bien de que cuando fui por primera vez a la playa en la costas de Bretaña, mientras mis primos estaban jugando en el mar, yo estaba fuera del agua, corriendo en la arena y completamente fascinado por un cangrejo; lo estuve siguiendo y observando toda la tarde, intentando atraparlo o darle de comer.
Después, a la hora de cumplir 6 años, ante la sorpresa de mis padres, pedí como regalo una caña de pescar. Nadie pescaba en mi familia, y mis papás estaban un poco molestos porque faltaba alguien que pudiera enseñarme a pescar.
Finalmente mi primera salida de pesca fue a “Port d’Orange” en la península de Quiberon; el puerto era chiquito, con muy pocas lanchas, pero el lugar era hermoso, el día estaba soleado, y observé que había muy pocos pescadores en el muelle. El mar estaba de un magnifico azul, muy transparente, y se podían distinguir bajo la superficie del agua las siluetas de los peces tan esperados.
Mi mamá estaba acompañándome; estaba leyendo un libro y protegiéndose del sol con un sombrero de paja. Desafortunadamente esta primera tentativa fue un fracaso, no saqué ni un pescadito; quedé un poco quemado por el sol y, regresando a casa, mi papá tuvo que desenredar la bola de hilo que había hecho.
Pero esta primera tentativa fallida no me hizo abandonar mi objetivo: dar de comer a mis papás el fruto de mi pesca. La noche siguiente soñé con la pesca por primera vez. Este sueño pasaba en otro puerto de la península “Port Maria”; estaba lloviendo y en el sueño sí alcance a pescar un pez, era una raya; me desperté un poco decepcionado al darme cuenta de que era nada más un sueño pero, al mismo tiempo, lleno de esperanza para la próxima vez.
Mi mamá no quería acompañarme de nuevo al muelle, tenía que recoger unas frutas en el jardín para hacer una mermelada; esta vez fue mi papá el que me llevo a Port Maria, el día estaba igual de soleado, Port Maria es el puerto donde salen los pasajeros que van a Belle Isle, la isla que está en frente. Caminé en el muelle observando a los viajeros en el otro muelle, había también algunas lanchas de pescadores; distraído tropecé con una red que estaba secándose en la pared y seguí caminando hasta el extremo del muelle.
Desplegué mi caña y empecé a tirar la línea en el agua; observaba mi flotador mudo y con la mirada fija.
Mi papá no tenía la paciencia de mi mamá; me hizo prometer quedarme quieto y se fue hacer unas compras en el centro de la ciudad.
Poco tiempo después algo me llamo la atención: era el viejito que estaba pescando a mi lado y que estaba sacando un pez del agua; corrí a verlo todo emocionado.
El pescador me enseñó lo que acababa de atrapar, era lo que los españoles llaman una “Maragota” de 20 centímetros de largo. Observé los colores: intensos rojos y azules y los motivos parecidos al mármol que tenía su piel. Inmediatamente empecé a preguntar al señor muchas cosas: ¿con qué carnada pescaba? ¿cómo se llamaba el pescado? y si era bueno para comer.
El señor, supongo un poco encantado de tener un joven con él, me dijo que podía traer mi caña, me regaló unos gusanos de arena y empezó a enseñarme cómo ponerlos sobre un anzuelo.
Con los gusanos del señor la pesca fue muy buena y, al regresar a casa, mi papá tuvo que buscar una receta de sopa de pescado.
Este regalo de cumpleaños fue muy especial para mí y me duró muchos años; cada vez que me iba a la pesca mi abuela se asustaba, porque pensaba que un tiburón me haría caer en el agua.
He seguido con la pesca con la línea; intenté en río, pero la que realmente me encanta es la pesca en el mar. Me gusta no saber con qué voy a regresar a casa, el ruido del mar y también las historias (verdaderas o falsas) que cuentan los pescadores con mucha pasión.
Aun si ahora no tengo mucho tiempo para eso, traje una caña conmigo a México y en cuento tenga una oportunidad, voy escribir nuevas historias aquí, con un medio ambiente exuberante muy diferente, esperando que los consejos del viejo de Port Maria todavía sirvan.
Me acuerdo muy bien de que cuando fui por primera vez a la playa en la costas de Bretaña, mientras mis primos estaban jugando en el mar, yo estaba fuera del agua, corriendo en la arena y completamente fascinado por un cangrejo; lo estuve siguiendo y observando toda la tarde, intentando atraparlo o darle de comer.
Después, a la hora de cumplir 6 años, ante la sorpresa de mis padres, pedí como regalo una caña de pescar. Nadie pescaba en mi familia, y mis papás estaban un poco molestos porque faltaba alguien que pudiera enseñarme a pescar.
Finalmente mi primera salida de pesca fue a “Port d’Orange” en la península de Quiberon; el puerto era chiquito, con muy pocas lanchas, pero el lugar era hermoso, el día estaba soleado, y observé que había muy pocos pescadores en el muelle. El mar estaba de un magnifico azul, muy transparente, y se podían distinguir bajo la superficie del agua las siluetas de los peces tan esperados.
Mi mamá estaba acompañándome; estaba leyendo un libro y protegiéndose del sol con un sombrero de paja. Desafortunadamente esta primera tentativa fue un fracaso, no saqué ni un pescadito; quedé un poco quemado por el sol y, regresando a casa, mi papá tuvo que desenredar la bola de hilo que había hecho.
Pero esta primera tentativa fallida no me hizo abandonar mi objetivo: dar de comer a mis papás el fruto de mi pesca. La noche siguiente soñé con la pesca por primera vez. Este sueño pasaba en otro puerto de la península “Port Maria”; estaba lloviendo y en el sueño sí alcance a pescar un pez, era una raya; me desperté un poco decepcionado al darme cuenta de que era nada más un sueño pero, al mismo tiempo, lleno de esperanza para la próxima vez.
Mi mamá no quería acompañarme de nuevo al muelle, tenía que recoger unas frutas en el jardín para hacer una mermelada; esta vez fue mi papá el que me llevo a Port Maria, el día estaba igual de soleado, Port Maria es el puerto donde salen los pasajeros que van a Belle Isle, la isla que está en frente. Caminé en el muelle observando a los viajeros en el otro muelle, había también algunas lanchas de pescadores; distraído tropecé con una red que estaba secándose en la pared y seguí caminando hasta el extremo del muelle.
Desplegué mi caña y empecé a tirar la línea en el agua; observaba mi flotador mudo y con la mirada fija.
Mi papá no tenía la paciencia de mi mamá; me hizo prometer quedarme quieto y se fue hacer unas compras en el centro de la ciudad.
Poco tiempo después algo me llamo la atención: era el viejito que estaba pescando a mi lado y que estaba sacando un pez del agua; corrí a verlo todo emocionado.
El pescador me enseñó lo que acababa de atrapar, era lo que los españoles llaman una “Maragota” de 20 centímetros de largo. Observé los colores: intensos rojos y azules y los motivos parecidos al mármol que tenía su piel. Inmediatamente empecé a preguntar al señor muchas cosas: ¿con qué carnada pescaba? ¿cómo se llamaba el pescado? y si era bueno para comer.
El señor, supongo un poco encantado de tener un joven con él, me dijo que podía traer mi caña, me regaló unos gusanos de arena y empezó a enseñarme cómo ponerlos sobre un anzuelo.
Con los gusanos del señor la pesca fue muy buena y, al regresar a casa, mi papá tuvo que buscar una receta de sopa de pescado.
Este regalo de cumpleaños fue muy especial para mí y me duró muchos años; cada vez que me iba a la pesca mi abuela se asustaba, porque pensaba que un tiburón me haría caer en el agua.
He seguido con la pesca con la línea; intenté en río, pero la que realmente me encanta es la pesca en el mar. Me gusta no saber con qué voy a regresar a casa, el ruido del mar y también las historias (verdaderas o falsas) que cuentan los pescadores con mucha pasión.
Aun si ahora no tengo mucho tiempo para eso, traje una caña conmigo a México y en cuento tenga una oportunidad, voy escribir nuevas historias aquí, con un medio ambiente exuberante muy diferente, esperando que los consejos del viejo de Port Maria todavía sirvan.
viernes, 3 de julio de 2009
¿Cómo funciona una empresa de trabajo temporal?
¿Qué es una empresa de trabajo temporal? Es un negocio que ofrece a sus clientes un servicio especial. A través de una agencia, los clientes pueden contratar (para proyectos especiales o en caso de falta de empleados) personas que les ayuden el tiempo que sea necesario. Los empleados trabajan para la agencia y cuando terminan su trabajo, la agencia busca una nueva oportunidad y el empleado se va con otro cliente. Es un trabajo igual de prestigioso que los trabajos “normales” y además los empleados tienen la oportunidad de conocer diferentes empresas, trabajar en diferentes actividades, etc. De esta manera pueden aprender mucho más, incrementar rápidamente sus conocimientos y aumentar su valor profesional. Un cliente que utiliza una agencia de trabajo temporal puede obtener varias ventajas. No tiene que buscar por sí mismo a los empleados, la búsqueda es tarea de la agencia. La agencia está especializada en la búsqueda de profesionales y siempre encuentra a la persona adecuada. Además, cuando termina el proyecto no tiene que buscar nuevas responsabilidades para su empleado o despedirlo. Y por si fuera poco, la competencia entre las agencias es dura, entonces los costos para el cliente son bajos.
Base de datos
Para poder ofrecer un buen servicio a los clientes es importante tener una base de datos muy amplia y así satisfacer las solicitudes del cliente. Los datos están ordenados por tipo de empresa y empleos que ofertan. Además es importante tener recordatorios para llamar al cliente en caso de que te haya dicho en qué fecha probablemente tenga un proyecto y necesite un empleado de tu agencia.
La adquisición de clientes
Una vez que tienes la base de datos puedes empezar con tu adquisición de clientes. Eso normalmente significa que tu base de datos es vieja y que los números de teléfono no están actualizados. Si le preguntas a tu jefe si pueden comprar datos actualizados, te dice que no es necesario, es decir, cuesta dinero. Te aconseja actualizar los datos con el directorio telefónico. Feliz de que tu empresa te da todo el apoyo que necesitas, consultas el directorio telefónico. Entonces llamas a todos los teléfonos que encuentras y con esa información llenas tu base de datos.
La mayoría de las llamadas son de la siguiente manera: “Buenos días, habla el señor tal, de la agencia tal, quisiera preguntar si no podemos ayudarles con empleados profesionales. El cliente responde: “No tenemos interés en su servicio y tampoco en lo que nos ofrecen las otras agencias diario, por favor no nos vuelva a llamar”. Tú: “Quedo a sus órdenes, si no tienen ningún proyecto por el momento le voy a llamar en un mes. Que tenga un buen día”.
En tu base de datos escribes que el cliente por el momento no tiene ningún proyecto pero que puedes llamar de nuevo en un mes.
La tarea
El cliente te llama, te va a dar un proyecto interesante y tú puedes buscar al empleado adecuado para este trabajo. Tú apuntas las características y las necesidades del cliente: “Mañana necesito tres pintores, el trabajo dura un día, es un edificio industrial. Nuestros empleados ya pintaron los niveles bajos pero trabajar a gran altura es demasiado peligroso por eso necesitamos trabajadores temporales”.
Tú das gracias al cliente, le dices que no hay problema y que mañana los tres pintores estarán ahí. Ahora empiezas a pensar que contratar pintores temporales está prohibido por ley, pero parece que el cliente no lo sabe. El lugar donde está el edificio industrial está ubicado en medio de la nada y además no hay transporte público. Pero en realidad eso no importa porque ni siquiera tienes tres pintores. Además si los tuvieras, no los dejarías trabajar a una gran altura, ya que el análisis físico obligatorio por ley no se hace en tu empresa. Entonces, si uno de tus empleados se cae porque se siente mal por la altura, tú vas al juzgado. Por eso llamas a un compañero de otra oficina de tu misma empresa y le cuentas de la famosa tarea que recibiste de un buen cliente conocido. Le explicas a tu compañero que tienes muchos clientes y muchos proyectos por lo que te faltan empleados y por eso quieres pasar este proyecto a tu compañero favorito de trabajo. Le explicas las características del trabajo: “El cliente necesita tres personas que ayuden un poco a limpiar y recoger materiales en la construcción. La tarea dura mínimo una semana pero es probable que dure más. No tienen que trabajar a gran altura. Además me dijo el cliente que es fácil llegar al lugar de la construcción en transporte público”.
Tu compañero te responde que tiene solamente dos personas pero que son realmente torpes. Tú dices que la tarea es fácil y que no van a tener problemas. Después llamas al cliente y le dices que los tres pintores van a ir el día siguiente, que son de otra oficina pero que tu compañero te dijo que son sus mejores trabajadores.
Al día siguiente, a las nueve de la mañana suena el teléfono y te llama tu cliente malhumorado. Se queja de que los pintores llegaron tarde, de que son sólo dos y no tres y de que además no son pintores. Tú te disculpas y le explicas a tu cliente que la otra oficina de donde vienen los trabajadores normalmente ofrece buena calidad. Dices que dada esta situación, en el futuro tú vas a mandar a tus propios empleados para garantizar la alta calidad que es típica de tu oficina. Te disculpas nuevamente y le aseguras a tu cliente que mañana viene un pintor profesional. La tarde del día anterior habías buscado ya un pintor, lo contrataste, tiene coche propio y como va a trabajar solo en el proyecto, la tarea durará una semana. Tu nuevo empleado, el pintor piensa que tienes trabajo para el mínimo por 6 meses, ya que dijiste que siempre tienes muchos proyectos. Tú sabes que eso no es muy probable pero, por qué preocuparse por problemas futuros.
Un poco más tarde llamas a tu compañero de la otra oficina, le explicas que el cliente trató de contratar tres pintores por el precio de personas sin experiencia. Te disculpas y le dices que cuando notaste que el cliente no era honesto cancelaste la relación. Ahora, con todo lo que pasó, este cliente solamente quiere trabajar contigo.
El anuncio de trabajo
El anuncio de trabajo puede informar brevemente sobre la empresa que solicita personal sin tener que decir el nombre del negocio para proteger su privacidad. Además es importante escribir precisamente qué habilidades son necesarias. Así solamente las personas que tienen las habilidades adecuadas mandan su currículo y no pierden el tiempo mandando algo sin tener las aptitudes requeridas.
Los anuncios de empleo los escribes para llenar tu cartera de posibles trabajadores. Casi nunca tienes un proyecto actual de un cliente que busque a alguien, pero las personas que buscan empleo en tu agencia no lo saben. Cada mes tienes que variar un poco los textos, los datos y la ubicación de la empresa del cliente para que las personas no sepan que los anuncios casi siempre son fingidos. Es muy importante en caso de que realmente busques a alguien para un proyecto de un cliente, que las personas nunca sepan de que empresa se habla. Si pueden obtener esta información pueden mandar su currículo directamente al cliente y tú no ganas dinero.
La entrevista de trabajo
Después de recibir los currículos de los candidatos que respondieron al anuncio del trabajo tienes que leer todo e invitar a las personas que te han mandado las cartas menos raras. Primero te tienen que firmar que no quieren un reembolso de los costos por ir a tu agencia, lo cual es obligatorio pero, como ya sabes, tu empresa quiere ahorrar dinero. Por la misma razón prefieres recibir e-mails de los candidatos en lugar de cartas tradicionales porque también es obligatorio responder las cartas de los candidatos y, como sabes, tu empresa quiere ahorrar.
Cuando viene el candidato haces una entrevista que puede durar más de una hora pero a veces pasa que te gustaría despedirte del candidato después de 5 minutos porque es un tipo que no sabe nada pero que piensa que es el ombligo del mundo.
En la entrevista te interesan en realidad pocas cosas: cuáles son los conocimientos reales de tu candidato. Sus intereses o en qué dirección se quiere desarrollar no tiene importancia para ti, si hay un proyecto en la empresa de un cliente, el candidato tiene que funcionar desde el primer día. No hay tiempo para aprendizaje. Además le explicas al candidato que lo buscas para un proyecto especial que en realidad no existe, pero el candidato no sabe eso. Ya que es probable que tenga que cambiar a cada rato de empresa, es importante saber cuántos kilómetros puede recorrer para ir al trabajo. Mientras más flexible sea el candidato más valioso es para ti. Y lo más importante es la pregunta sobre el sueldo mínimo que desea recibir.
Al final de la entrevista le das las gracias al candidato, le dices que vas a presentar sus datos a la empresa y si es posible también a otras empresas y que quedas en contacto con él. Después guardas sus datos en la base de datos y esperas que algún día los puedas usar.
Creación del currículo para el cliente
Cuando un cliente busca realmente un empleado, empiezas a buscar en tu base de datos si no hay alguien que tenga por lo menos algunas de las características que busca tu cliente. Primero tienes que llamar al candidato para preguntar si todavía está disponible. Si está disponible, primero tienes que esperar hasta que termine de reclamarte que nunca volviste a llamarlo como le prometiste. Después le explicas que tus compañeros estuvieron enfermos por lo cual tuviste mucho trabajo y que solamente eres un ser humano que puede cometer errores y que es la primera vez que te pasa esto. Entonces le preguntas al candidato si se puede imaginar trabajando para un cliente específico y le explicas algunas características del trabajo. Luego modificas el currículo del candidato para que sus conocimientos coincidan con el perfil que busca el cliente. Después llamas al cliente y le dices que tuviste como 8 candidatos adecuados pero que vas a mandarle solamente los tres mejores. En realidad nada más tienes un candidato, pero más tarde le vas a explicar al cliente que los otros dos eran tan buenos que ya tienen un empleo.
El cálculo
El cálculo del precio para el cliente es un esquema matemático con muchas variables. Se tienen que considerar muchos factores: las habilidades del empleado, costos para llegar al cliente, costos de alimentación, costos internos de la agencia, costos fijos y costos variables. Es importante calcular bien para asegurar que todos los participantes están contentos. Solamente si el sueldo del empleado es conveniente y el precio que paga el cliente es adecuado, es probable que se establezca una relación profesional.
En otras palabras: pagarle al empleado poco y cobrarle al cliente un precio exorbitante. Esto funciona muy bien, nada más que el empleado nunca debe saber cuánto paga el cliente por el servicio de la agencia.
Conclusión
Cada empresa de trabajo temporal funciona de manera diferente y no se pueden generalizar sus métodos, pero no se puede olvidar que nadie regala nada y que la mayoría de las personas piensan primero en sí mismas. Una agencia de trabajo temporal es una empresa que quiere ganar dinero, mucho dinero...
Base de datos
Para poder ofrecer un buen servicio a los clientes es importante tener una base de datos muy amplia y así satisfacer las solicitudes del cliente. Los datos están ordenados por tipo de empresa y empleos que ofertan. Además es importante tener recordatorios para llamar al cliente en caso de que te haya dicho en qué fecha probablemente tenga un proyecto y necesite un empleado de tu agencia.
La adquisición de clientes
Una vez que tienes la base de datos puedes empezar con tu adquisición de clientes. Eso normalmente significa que tu base de datos es vieja y que los números de teléfono no están actualizados. Si le preguntas a tu jefe si pueden comprar datos actualizados, te dice que no es necesario, es decir, cuesta dinero. Te aconseja actualizar los datos con el directorio telefónico. Feliz de que tu empresa te da todo el apoyo que necesitas, consultas el directorio telefónico. Entonces llamas a todos los teléfonos que encuentras y con esa información llenas tu base de datos.
La mayoría de las llamadas son de la siguiente manera: “Buenos días, habla el señor tal, de la agencia tal, quisiera preguntar si no podemos ayudarles con empleados profesionales. El cliente responde: “No tenemos interés en su servicio y tampoco en lo que nos ofrecen las otras agencias diario, por favor no nos vuelva a llamar”. Tú: “Quedo a sus órdenes, si no tienen ningún proyecto por el momento le voy a llamar en un mes. Que tenga un buen día”.
En tu base de datos escribes que el cliente por el momento no tiene ningún proyecto pero que puedes llamar de nuevo en un mes.
La tarea
El cliente te llama, te va a dar un proyecto interesante y tú puedes buscar al empleado adecuado para este trabajo. Tú apuntas las características y las necesidades del cliente: “Mañana necesito tres pintores, el trabajo dura un día, es un edificio industrial. Nuestros empleados ya pintaron los niveles bajos pero trabajar a gran altura es demasiado peligroso por eso necesitamos trabajadores temporales”.
Tú das gracias al cliente, le dices que no hay problema y que mañana los tres pintores estarán ahí. Ahora empiezas a pensar que contratar pintores temporales está prohibido por ley, pero parece que el cliente no lo sabe. El lugar donde está el edificio industrial está ubicado en medio de la nada y además no hay transporte público. Pero en realidad eso no importa porque ni siquiera tienes tres pintores. Además si los tuvieras, no los dejarías trabajar a una gran altura, ya que el análisis físico obligatorio por ley no se hace en tu empresa. Entonces, si uno de tus empleados se cae porque se siente mal por la altura, tú vas al juzgado. Por eso llamas a un compañero de otra oficina de tu misma empresa y le cuentas de la famosa tarea que recibiste de un buen cliente conocido. Le explicas a tu compañero que tienes muchos clientes y muchos proyectos por lo que te faltan empleados y por eso quieres pasar este proyecto a tu compañero favorito de trabajo. Le explicas las características del trabajo: “El cliente necesita tres personas que ayuden un poco a limpiar y recoger materiales en la construcción. La tarea dura mínimo una semana pero es probable que dure más. No tienen que trabajar a gran altura. Además me dijo el cliente que es fácil llegar al lugar de la construcción en transporte público”.
Tu compañero te responde que tiene solamente dos personas pero que son realmente torpes. Tú dices que la tarea es fácil y que no van a tener problemas. Después llamas al cliente y le dices que los tres pintores van a ir el día siguiente, que son de otra oficina pero que tu compañero te dijo que son sus mejores trabajadores.
Al día siguiente, a las nueve de la mañana suena el teléfono y te llama tu cliente malhumorado. Se queja de que los pintores llegaron tarde, de que son sólo dos y no tres y de que además no son pintores. Tú te disculpas y le explicas a tu cliente que la otra oficina de donde vienen los trabajadores normalmente ofrece buena calidad. Dices que dada esta situación, en el futuro tú vas a mandar a tus propios empleados para garantizar la alta calidad que es típica de tu oficina. Te disculpas nuevamente y le aseguras a tu cliente que mañana viene un pintor profesional. La tarde del día anterior habías buscado ya un pintor, lo contrataste, tiene coche propio y como va a trabajar solo en el proyecto, la tarea durará una semana. Tu nuevo empleado, el pintor piensa que tienes trabajo para el mínimo por 6 meses, ya que dijiste que siempre tienes muchos proyectos. Tú sabes que eso no es muy probable pero, por qué preocuparse por problemas futuros.
Un poco más tarde llamas a tu compañero de la otra oficina, le explicas que el cliente trató de contratar tres pintores por el precio de personas sin experiencia. Te disculpas y le dices que cuando notaste que el cliente no era honesto cancelaste la relación. Ahora, con todo lo que pasó, este cliente solamente quiere trabajar contigo.
El anuncio de trabajo
El anuncio de trabajo puede informar brevemente sobre la empresa que solicita personal sin tener que decir el nombre del negocio para proteger su privacidad. Además es importante escribir precisamente qué habilidades son necesarias. Así solamente las personas que tienen las habilidades adecuadas mandan su currículo y no pierden el tiempo mandando algo sin tener las aptitudes requeridas.
Los anuncios de empleo los escribes para llenar tu cartera de posibles trabajadores. Casi nunca tienes un proyecto actual de un cliente que busque a alguien, pero las personas que buscan empleo en tu agencia no lo saben. Cada mes tienes que variar un poco los textos, los datos y la ubicación de la empresa del cliente para que las personas no sepan que los anuncios casi siempre son fingidos. Es muy importante en caso de que realmente busques a alguien para un proyecto de un cliente, que las personas nunca sepan de que empresa se habla. Si pueden obtener esta información pueden mandar su currículo directamente al cliente y tú no ganas dinero.
La entrevista de trabajo
Después de recibir los currículos de los candidatos que respondieron al anuncio del trabajo tienes que leer todo e invitar a las personas que te han mandado las cartas menos raras. Primero te tienen que firmar que no quieren un reembolso de los costos por ir a tu agencia, lo cual es obligatorio pero, como ya sabes, tu empresa quiere ahorrar dinero. Por la misma razón prefieres recibir e-mails de los candidatos en lugar de cartas tradicionales porque también es obligatorio responder las cartas de los candidatos y, como sabes, tu empresa quiere ahorrar.
Cuando viene el candidato haces una entrevista que puede durar más de una hora pero a veces pasa que te gustaría despedirte del candidato después de 5 minutos porque es un tipo que no sabe nada pero que piensa que es el ombligo del mundo.
En la entrevista te interesan en realidad pocas cosas: cuáles son los conocimientos reales de tu candidato. Sus intereses o en qué dirección se quiere desarrollar no tiene importancia para ti, si hay un proyecto en la empresa de un cliente, el candidato tiene que funcionar desde el primer día. No hay tiempo para aprendizaje. Además le explicas al candidato que lo buscas para un proyecto especial que en realidad no existe, pero el candidato no sabe eso. Ya que es probable que tenga que cambiar a cada rato de empresa, es importante saber cuántos kilómetros puede recorrer para ir al trabajo. Mientras más flexible sea el candidato más valioso es para ti. Y lo más importante es la pregunta sobre el sueldo mínimo que desea recibir.
Al final de la entrevista le das las gracias al candidato, le dices que vas a presentar sus datos a la empresa y si es posible también a otras empresas y que quedas en contacto con él. Después guardas sus datos en la base de datos y esperas que algún día los puedas usar.
Creación del currículo para el cliente
Cuando un cliente busca realmente un empleado, empiezas a buscar en tu base de datos si no hay alguien que tenga por lo menos algunas de las características que busca tu cliente. Primero tienes que llamar al candidato para preguntar si todavía está disponible. Si está disponible, primero tienes que esperar hasta que termine de reclamarte que nunca volviste a llamarlo como le prometiste. Después le explicas que tus compañeros estuvieron enfermos por lo cual tuviste mucho trabajo y que solamente eres un ser humano que puede cometer errores y que es la primera vez que te pasa esto. Entonces le preguntas al candidato si se puede imaginar trabajando para un cliente específico y le explicas algunas características del trabajo. Luego modificas el currículo del candidato para que sus conocimientos coincidan con el perfil que busca el cliente. Después llamas al cliente y le dices que tuviste como 8 candidatos adecuados pero que vas a mandarle solamente los tres mejores. En realidad nada más tienes un candidato, pero más tarde le vas a explicar al cliente que los otros dos eran tan buenos que ya tienen un empleo.
El cálculo
El cálculo del precio para el cliente es un esquema matemático con muchas variables. Se tienen que considerar muchos factores: las habilidades del empleado, costos para llegar al cliente, costos de alimentación, costos internos de la agencia, costos fijos y costos variables. Es importante calcular bien para asegurar que todos los participantes están contentos. Solamente si el sueldo del empleado es conveniente y el precio que paga el cliente es adecuado, es probable que se establezca una relación profesional.
En otras palabras: pagarle al empleado poco y cobrarle al cliente un precio exorbitante. Esto funciona muy bien, nada más que el empleado nunca debe saber cuánto paga el cliente por el servicio de la agencia.
Conclusión
Cada empresa de trabajo temporal funciona de manera diferente y no se pueden generalizar sus métodos, pero no se puede olvidar que nadie regala nada y que la mayoría de las personas piensan primero en sí mismas. Una agencia de trabajo temporal es una empresa que quiere ganar dinero, mucho dinero...
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