jueves, 18 de junio de 2009

LA MALINCHE, ¿UNA TRAIDORA O MADRE DEL MESTIZAJE?

Esto me pregunto yo, el señor don Hernán Cortés, gobernador y capitán general de la Nueva España, hoy día, el 15 de mayo de 1522, cuando me relajo en la laguna de Tenochtitlán que conquisté hace nueve meses en vuestros nombres, muy altos y muy poderosos, excelentísimos príncipes, muy católicos y muy grandes reyes y señores. Desde hace tres años conocía a Malinche, que después de su bautismo cristiano se llamó Doña Marina. Ya sé que soy casado, pero, como saben, si falta el fundamento y principio en las historias, éstas son abiertas por rumores y contradicciones y mentiras al recordarlas. Por eso doy cuenta con sinceridad también de mi amor en esta serie de "Cartas de informes" y no puedo omitir el servicio mayor de Malinche, de esta esclava indígena y mujer sin quien no habríamos conquistado Nueva España, muy alto y poderoso y muy católico príncipe, excelentísimo emperador y señor nuestro, mejor dicho, muy alto y potentísimo príncipe, muy católico e invictísimo emperador, rey y señor.

Así habrían podido ser las cartas, pero, como sabemos a los conquistadores no les valía mucho el servicio a otras personas sino a sí mismos.

¿Quién era la Malinche? Muchos libros de escuela y a
un alguna literatura de investigación científica que narran la biografía de la Malinche creen conocer bien la respuesta. En esto apenas hay manantiales probados sobre su vida y bajo una mirada más precisa se desdibujan los contornos del personaje histórico. Aunque la historia de acontecimientos de la Conquista está bien probada, se le enredan algunas leyendas hasta hoy día en la interpretación semioficial de los motivos que tenían los partidarios de guerra y personalidades particulares.

Es una situación precaria para las fuentes de la Conquista que los conquistadores y la Iglesia destruyeran la mayor parte de los escritos de los mexicas y propagaran exclusivamente sólo su propia historiografía, la de los vencedores. Al canon de la descripción se ha hecho sólo
un informe de testigo ocular: la propia legitimación de Hernán Cortés ante el Emperador Carlos V en sus Cartas de Relación (1519-1534). A Cortés se refieren todos los informes siguientes, expresa o implícitamente, excepto el de Bartolomé de las Casas, su Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias (1542), pues los informes siguen el esquema de legitimación en su narración. Así nacieron los informes de la Conquista que están contaminados por motivos diferentísimos.

La autopresentación del servicio militar brindado con una mirada a la obtención de una recompensa con dinero y oficios en Nueva España por parte de la Corona española pinta la Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España (1555) de Bernal Díaz del Castillo, aunque se refiere críticamente a la heroicidad de Hernán Cortés en la falsa historiografía de oídas de Francisco Ló
pez de Gómara, la Historia de la Conquista de México (1552). El fraile franciscano Bernardino de Sahagún rinde otro informe pagano culturalmente en su historia eclesiástica de salvación por la fe, la Historia General de las Cosas de la Nueva España (1569 en náhuatl, 1577 en español), el llamado Códice Florentino (1578-79). Entonces los textos de la Conquista se encuentran además entre las líneas de una deformada perspectiva inconsciente de señores imperiosos que revela una profunda falta de comprensión ante la cultura conquistada.

Por la revisión de la representatividad de algunos juicios y la iluminación de algunos prejuicios sobre la Malinche se retoman unos datos de la Conquista en relación con ella y con la discusión de la importancia de su persona para los acontecimientos de la Conquista: el encuentro de la Malinche y Cortés y la alianza decisiva para la guerra junto con los tlaxcaltecas antes de la entrada en Tenochtitlán. Con estos sucesos antes de la Conquista de Tenochtitlán se dejan iluminar facetas primordiales de la Malinche.

Después de su salida de Cuba, el 10 de febrero de 1519, Cortés liberó durante un desembarco en la isla de Cozumel, en Cotoche, al prisionero Jerónimo de Aguilar, encallado desde 1511. Él hablaba maya yucateco y fungió para Cortés como intérprete. Durante un segundo desembarco cerca del río de Grijalva en Potonchan, en marzo de 1519, las tribus involucraron a los conquistadores en escaramuzas. Como regalo de conciliación los caciques ofrecieron a los conquistadores, entre otras cosas, veinte mujeres, con ellas iba la Malinche a quien Cortés dejó a cargo de uno de sus capitanes.

En sus mencionadas cartas de informes Cortés no habló de la Malinche en ninguna forma, al contrario, calló sobre ella en su primera carta con una expres
ión en plural, "lenguas", ciertamente por razones del comportamiento ante la corte, pues la Malinche era esclava, indígena y un regalo de los caciques a los conquistadores, y además Cortés ya estaba casado. Sólo Bernal Díaz del Castillo escribió en el capítulo 37 de su informe más detalles sobre la Malinche: ella nació probablemente en Painalla, al sur de Coatzacoalcos, era una mexica y se crió en la casa de sus padres que eran caciques. Durante su infancia murió su padre y después su madre se casó otra vez y dio a luz un hijo de su nuevo marido. Para que éste pudiera tomar la sucesión se dio a la pequeña Malinche a una tribu vecina, la que por fin la vendió como esclava a otra tribu de los mayas, cerca del Tabasco de hoy. El propio Bernal Díaz parece recordar la narración bíblica de José. En mi opinión similares modelos occidentales de narración acerca del abandono de un niño para arreglar la sucesión, por ejemplo el abandono de Moisés o la leyenda de Edipo, desacreditan la credulidad de la narración biográfica de la Malinche.

En todo caso, de acuerdo con Bernal Díaz, la Malinche se destacó por su manera cultivada y desenvuelta al mismo tiempo; por su valentía y constancia, así como por la facultad de que sabía hablar náhuatl y maya yucateco. Por esto quedó predestinada con su papel de intérprete de Cortés cuando el ejército de los conquistadores quiso seguir marchando a Tenochtitlán. La Malinche podía hablar con los mexicas e interpretar al maya yucateco lo que Jerónimo de Aguilar traducía entonces al español. Según la historiografía del fraile franciscano Sahagún, la Malinche ya hablaba en c
astellano cuando los españoles entraron a Tenochtitlán, 8 meses después de su encuentro con ellos.

El 22 de abril de 1519 Cortés alcanzó Chalchihuecan donde Juan de Grijalva ya había intentado desembarcar y donde Cortés había fundado la Villa Rica de la Vera Cruz. El 16 de agosto de 1519 empezó la marcha de la Conquista desde Zempoala, cerca de Veracruz, y to
pó a la poderosa tribu de los tlaxcaltecas alrededor del 5 de septiembre de 1519 en el valle de Tlaxcala. Los tlaxcaltecas, que habían sido obligados a pagar tributo a los mexicas por 50 años, gozaban de la fama de ser independientes por su poder militar. Quizás los mexicas toleraban la independencia también sólo porque se aprovechaban de los tlaxcaltecas por sus llamadas guerras floridas con las que lograban cautivos para sus sacrificios ceremoniales. En todo caso los tlaxcaltecas tenían, después de los mexicas, el más grande ejército e involucraron a los conquistadores, alrededor de 5 de septiembre de 1519, en varias batallas que, sin embargo, perdieron. Cortés, que no se hubiera expuesto más por la extensión del ejército enemigo, insistió en un armisticio. El cacique influyente Xicoténcatl, el mayor, firmó el armisticio porque había entendido el valor estratégico de los conquistadores para una lucha juntos contra los mexicas. Por eso los tlaxcaltecas llegaron a ser sus más fieles aliados. En la primera ola del asedio de Tenochtitlán, que los restantes 750 conquistadores iniciaron el 26 de mayo de 1521, los tlaxcaltecas mandaron que se reuniera en torno de sí un ejército gigantesco de 75,000 soldados aliados. También estas alianzas desmigajaron la suerte de la guerra, y los españoles entretanto tuvieron que confrontarse con los mexicas otra vez y los tlaxcaltecas acudieron lealmente en su apoyo.

Durante toda la C
onquista la Malinche estuvo en los campos de batalla y en las negociaciones entre Cortés y los hablantes de náhuatl embajadores de los mexicas. Sola facilitaba las negociaciones para la paz y la alianza fija con los tlaxcaltecas por su facultad de interpretar. Con esto la Malinche no sólo traducía lingüísticamente, sino también culturalmente, lo que producía para la Conquista un bien que se puede justificar por la gran alabanza de Bernal Díaz. Además debe haber jugado un papel importante para el desempeño de la Conquista porque estaba con Cortés permanentemente en las negociaciones con las tribus. Por causa de estar ubicuamente al lado de Cortés y de su oficio de intérprete, las tribus autóctonas lo llamaban también "Malinche". La opinión de la literatura indica que la marcha de la Conquista de Cortés no hubiera sido un acontecimiento en la historia mundial, sino una aventura sin perspectivas, si la Malinche no hubiera interpretado y conocido el comportamiento de sus pueblos. Esto se discute en los siguientes párrafos.

Bernal Díaz informó de los siguientes servicios de la Malinche: en Tlaxcala impidió antes de la alianza un complot de guerra. Los tlaxcaltecas habían pedido a los conqu
istadores fingidas negociaciones para la paz, de lo que un tlaxcalteca advirtió a la Malinche y ella a su vez enteró a Cortés. Esto fue una información que decidió la guerra por el azar. Similar a eso, en el pueblo vecino de Tlaxcala, en Cholula, la esposa de un capitán quiso salvar a la Malinche de una trampa de los cholultecas y le dijo el procedimiento del plan, lo que entonces la Malinche le dijo a Cortés otra vez. Pero, Bernal Díaz afirma que antes Cortés había recibido muchas indicaciones sobre una trampa por parte de sus aliados, que habían notado un comportamiento raro de la clase noble de los cholultecas. Como la trampa fue planificada en detalle, Cortés la supo entonces solamente por la Malinche. En resumen se puede decir que la lealtad de la Malinche a Cortés decidió la guerra en Tlaxcala y fue muy útil para reparar el daño de la trampa de los cholultecas.



La Malinche influyó también en la conquista de Tenochtitlán en alto grado: junto con la parálisis por el miedo y el espanto seguidas de las masacres, junto con el superior armamento y junto con el brote de viruela en Tenochtitlán a partir del otoño 1520, la primordial causa para la derrota de los mexicas fue su frágil imperio en contra de los pueblos sometidos, que a cada momento estaban dispuestos a rebelarse y cooperar con los conquistadores. Por un lado, Cortés entendió con gran aptitud la necesidad de hacer alianzas con los pueblos sometidos contra los mexicas y la de organizar una alianza para la libertad. Y por otro lado, sobre todo, utilizó los consejos y las tácticas de los aliados que por sí mismos efectuaron la caída de Tenochtitlán. En esto claramente al menos se puede subrayar la importancia de la Malinche, por su consejo en que los conquistadores explicaron a las tribus autóctonas su visión de una alianza y una lucha por la libertad. Sin la intérprete lingüística y cultural probablemente las alianzas no se hubieran fundado.


A la discusión de la cooperación de la Malinche con la Conquista sigue hasta hoy día la búsqueda de los motivos de por qué la Malinche ayudó a los conquistadores. A primera vista se podrían encontrar causas en la personalidad de la Malinche. Sus padres la abandonaron, así que el apoyo a los conquistadores hubiera podido ser una venganza tardía. Además a menudo un amor romántico se proyecta en la relación con Cortés. Pero, a la sazón todavía no existía esta vinculación de alma a través de una relación romántica entre los géneros, que se reducía en realidad a una comunidad de bienes para el hogar y los niños.


Más que venganza o amor hubo motivos que eran más típicos en los tiempos en los que vivió la Malinche. Las sociedades indígenas se basaron en el principio de la lealtad, y después de que los caciques habían determinado por nuevo señor a Cortés, la Malinche fue leal a sus viejos señores al ser leal a Cortés. Esto se prueba varias veces al menos por sus hechos, especialmente por el descubrimiento de dos trampas en la guerra. Además probablemente a la Malinche no le gustaban mucho los mexicas porque amenazaban la libertad de los pueblos mayas. La Malinche vivió a lo largo de la frontera de ambas áreas de poder de los mexicas y las mayas, y Bernal Díaz informó de las muchas quejas de los pueblos sometidos contra los mexicas, que sobre todo los maltrataron, los vendieron como esclavos, les robaron a sus mujeres y les exigieron un alto tributo.


Entonces la Malinche esperó como los otros pueblos sometidos que la alianza por un propósito temporal con los conquistadores fuera el mal menor y que fuera posible así que se liberaran del poder de los mexicas. Quizás la Malinche se identificaba aún más, como su lealtad le exigió, con las metas de los conquistadores, pero ella seguramente no vislumbró el comienzo de la economía de esclavitud. Para la Malinche y sus aliados esta guerra contra los mexicas fue sólo otra en tiempos guerreros y no pudo estimar sus efectos verdaderos.


Esta presunción de inocencia histórica también puede aclarar el papel de la Malinche como clave en la cultura cotidiana. A menudo se asocia a la Malinche con asociaciones al marianismo y al machismo, se le honra como una madre de la nación o se le insulta como una prostituta de los conquistadores blancos. Y aquí parece estar el quid de la cuestión de la desfigurada visión moderna de la Malinche: ya que los indígenas vivieron en sociedades con esclavos se tiene que preguntar sobre el tema de la sospecha de traición. Es justificado suponer como condición para la salvación de la integridad moral de la Malinche que hubiera tenido que comportarse lealmente frente a una sociedad de esclavos. Antes de la idealización de las culturas indígenas en el último medio siglo y del desprestigio de la Malinche como una traidora, de quien Octavio Paz escribió en su definición de la mexicanidad en el
Laberinto de la Soledad (1950), ella fue apreciada como la madre de mestizaje, tal como el abuelo de Octavio Paz, Ireneo Paz, la dibujó hacia el final del siglo XIX.

6 comentarios:

guerito dijo...

¡Que interesante tu texto Christofer!
Lo que me impresionó mucho en la historia de la malinche es que en esta epoca, una una mujer esclava pudió tener una importancia tan grande politicamente, aún hoy, en México y España, muy pocos puestos politicos estan ocupados por mujeres, entonces en esta epoca ¡imaginense!

Monica dijo...

El sujeto también es muy interesante, porque las leyendas y los rumores a veces eclipsan la realidad y la posibilidad de imaginarse otros ángulos de vista.
Tengo pocos ideas pero son siempre fijos:)) según mi, la Malinche es sobretodo una víctima de la historia.

Volker dijo...

Hola Christofer,
me iluminaste con tu texto. Hace mucho tiempo sabia quien fue la Maliche (una traductora) desgraciadamente no sabia mas. Hay muchas cosas que te interesan pero nunca te informes realmente y ahora tengo mucha informacion sobre la malinche. Ademas nos acordaste en algo que muchas vecez olvidamos. Los que ganan la guera escriben la historia. Entonces cuando leemos algo sobre la historia no podemos creer todo. Tenemos que ver los textos con un ocho critico.

Daniela dijo...

Estimado Christofer
Vino a conocer la Malinche y su historia gracias a tu trabajo. Estoy de acuerdo de que las versiones divulgadas de una historia casi siempre son las que fueron escritas por los vencedores, y aun en estas, la Malinche fue muy poco retratada.
La manera como escribiste me lleva a reconocer la Malinche como una mujer que jamás habría podido ser llamada traidora. Me encantó conocerla a través de tus ojos. ¡Gracias!

Fernando dijo...

¿Se imaginan ese sentimiento tan contradictorio que definimos como "malinchismo"? Parecería una contradicción sentir orgullo y desprecio por algo al mismo tiempo, no obstante, eso ocurre con frecuencia entre los mexicanos por su país, su origen... Y ahora que podemos vislumbrar un poco más la razón de esto al saber sobre esta mujer tan enigmática. Un brillante trabajo de investigación y reflexión, Christopher, sin duda alguna.

valentina dijo...

impresionante como tu trabajo supo llamar mi atenciòn. no es la primera vez que hago un trabajo sobre la malinche y estaba mirando en internet para confrontarme cn ideas que pudieran tener otros. Tu texto es muy interesante de verdad.